Soy el creador de este sitio. Y ya que estás aquí, te contaré un poco de mi historia para que sepas quién soy, cómo llegué aquí y por qué hago esto.

Desde que me gradué a finales del 2016 de Pedagogía en Educación Física y Salud en la Universidad Católica del Maule, supe de inmediato lo que iba a hacer. Cumplir mi sueño: Tener mi propio centro de entrenamiento.

Al finalizar la universidad apliqué en mí, toda la teoría del entrenamiento. Me inscribí en un gimnasio de cadena con un amigo. Pero para mi sorpresa -y la de muchos quienes se inscriben- luego de firmar por un año, lo único que hicieron por nosotros, fue mostrar el gimnasio.

¿El resultado de esto?

Ver a personas que no habían tenido la oportunidad de recibir mi educación, cometer estos errores:

• Levantar pesos excesivos.
• No prestar atención al calentamiento.
• Muchos ejercicios y series.
• Fajas reductoras de cintura.
• Horas en la caminadora o en la elíptica.

Y ahí estaba yo, recién egresado, pero como un cliente más de ese gimnasio, porque no podía ayudar a todos. Entonces ver eso era ¡Terrible!

Aunque fue necesario ese encuentro con la realidad para mostrarme el camino a seguir. Mí enfoque sería: Ser entrenador personal.

Entonces decidí desde ese momento, comenzando el año 2017 a buscar todos los cursos, seminarios y  artículos para que mis alumnos no cometieran esos errores.

En medio de ese año me di cuenta que me gustaba la manera de entrenar que tienen los culturistas, pero comprobé que no a todos les llamaba la atención su estilo de vida, ni su forma de entrenar. Por lo cual, deseché esa opción para aplicarla en el prototipo de alumno que quería entrenar.

Y así iniciando el 2018…

Encuentro trabajo de entrenador personal para aplicar en otros todo el esfuerzo que puse en el estudio, y así ayudarlos a conseguir sus objetivos.

En los siguientes 2 años logré grandes resultados con mis alumnos, pero la verdad era que no me sentía feliz. Algo me decía que ese no era mi camino. Fue cuando me di cuenta que estaba entrenando el prototipo de alumno que quiere y te busca para entrenar, en resumen: el alumno perfecto.

Por extraño que parezca, no quería eso, y en medio de la pandemia, renuncié para trabajar en mi proyecto personal, que era ayudar a los que no les gusta o no saben cómo empezar a entrenar.

Entonces me pregunté: ¿Cómo ayudo a los que no les gusta o no saben entrenar?

Personas como tú, que les venden una idea del entrenamiento para la salud que no lo es, porque:

• Te dejan sin aliento desde la primera clase.
• Con dolores musculares por días.
• No te entrevistan, ni te evalúan para saber si te pueden ayudar.
• Te venden de todo y no te muestran planificaciones ni tus avances.

Ahora que tenía la respuesta, necesitaba encontrar un camino sencillo para el tipo de alumno/a que no han tenido buenas experiencias o nunca les llamó la atención entrenar.

Y después de mucha lectura, encontré una manera muy sencilla y eficaz para personas que en su vida se imaginaron levantando una pesa.

¿Qué era esto?

Es algo que creemos básico y muy obvio. Todos hemos escuchado y usado esa palabra, pero nunca le prestamos la atención necesaria, ni tampoco sabemos la ciencia que hay detrás para que funcione en nosotros, y es: El hábito.

Nadie en mis años de formación universitaria y en los cursos que asistí escuché a alguien que enseñara a sus alumnos una manera sencilla para ayudarlos a formar el hábito de forma exitosa.

Entendí desde la ciencia y la práctica que hay todo un mundo que no se nos enseña sobre esto.

Que no tiene nada que ver con falta de motivación, pereza o disciplina como nos hacen creer. Sino de saber cómo funcionamos y eliminar nuestras creencias limitantes -como pensar que entrenar es siempre quedar agotado y hacer grandes esfuerzos- sobre la formación del hábito para entrenar.

Por esto, desde el 2020 me dedico a ayudar a personas que se piensan “flojas y poco capaces” a incluir el ejercicio sin mucho esfuerzo y a formar el hábito de entrenar de manera sencilla, a través de: